Darwin Deez: El arte de arriesgarse

El hecho de no arriesgar te puede privar de descubrir algo nuevo, sensaciones únicas, y en este caso ¿sonidos más que alternativos?. Si alternativo es la etiqueta de la mayoría de grupos impuesta por el vacio musical de principios del siglo XXI, ¿qué etiqueta le colgamos a Darwin Deez?.

"Soy un experimento de la evolución de la especie"

Lo primero que descubro en él, tras observar una imagen, es cierta apariencia física a Jimi Hendrix (salvando, y mucho, las distancias) fusionado con Steve Urkel, y dándole al play y haciendo oidos sordos a la esfera musical, voz, voz de…¿Julian Casablancas o Jamie Cullum?. Sea cual sea, Darwin Deez tiene colgado el cartel de indie, indie-pop o pop-alternativo. Todo ello mezclado con un deje electrónico, pero sin cansarse mucho. Personalmente «Bad day», es lo mejor del disco, canción que al escuchar aparece un cierto desorden de sonido del que aún así te sientes incapaz de no seguir atento.

«The suicide song», da un pequeño y corto aliento «beatle», pero efectivamente (querría transmitir eso con el título), a mitad de canción sientes que la canción en sí no se sostiene. Sin llegar al nivel de «Bad day», se encuentra «Radar Detector», un pop totalmente depreocupado del que resaltar el sonido rítmico que acompaña a la voz. Pero para raro el videoclip.

Os invito a descubrir más canciones en Spotify, pero aún no se si hablar de apuesta musical o de experimento chistoso, que si, te ries, lo escuchas y al cabo de dos días, si te he escuchado no me acuerdo. Ventajas e inconvenientes de arriesgarse.